#prueboytecuentoCOMERYBEBER Por gusto o por falta de tiempo, algunos no tomamos desayuno ni almorzamos, pero sí nos hacemos un tiempo entre ambas meriendas y aprovechamos de comer rico. En este lugar tienen una propuesta deliciosa.
Se llama #ChileanBrunch y es un espacio cargado de cultura: paredes con pinturas que puedes comprar si te gustan, una sala de teatro, un piano para escuchar buena música, un pequeño patio interior y más. Detalles delicados y bien pensados por Daniel Hoppmann, quien heredó el lugar de sus padres y quiso agregarle al legado cultural, el culinario con sabores criollos.
Hubo 2 preparaciones que probamos con la Rafita (11). Ya saben que suelo ir a los restaurantes con mi pequeña degustadora porque muchos salimos con hijos o sobrinos y buscamos lugares en donde esperamos que ellos sí coman. ¡Ya basta del menú kids de Nuggets con Papás Fritas!
BRUNCH DEL HUASO
Los invito a conocer el Brunch del Huaso, un mega plato con varias preparaciones en donde te encuentras, por ejemplo, con un cremoso Pastel de Choclo en un recipiente de greda. Al principio creí que, por su tamaño, iba a ser sólo pastelera y ¡SORPRESA! Tenía mucha carne, pollo y estaba gratinado con una buena capa de azúcar. Mi hija lo adoró.
También me gustó, pero lo prefiero sin azúcar. Había una Empanada de Pino de masa crujiente, liviana y un relleno muy sabroso. En el plato también vienen 2 Sopaipillas que conquistaron el paladar de Vitoria y Thiago, un matrimonio brasilero que estaba de vacaciones en nuestro país y me comentó que este era el mejor lugar en donde habían comido desde su arribo a Chile.
“Muy bueno, maravilloso (el Brunch del Huaso). Me gustó ese pastel redondo (pastel en Brasil es una especie de empanada, pero ella hablaba de la sopaipilla). Muy buena. La comí sola y lo otro que me gustó mucho fue el Pastel de Choclo. Mil veces mejor que el que ya había probado (en otro lado)”, comentó Vitoria.
En lo personal, las sopaipillas estaban algo harinosas. No fueron lo que más me gustó y encontré genial que el chef Alejandro Calderón se tomara con altura de miras mi comentario y manifestara sus intenciones de seguir buscando su preparación perfecta.
Las sopaipillas y empanada las probé solas y con Chancho en Piedra que estaba total y absolutamente apto para niños. Picante leve. Ideal para la pequeña degustadora de Pruebo y te cuento.
Rafaela no suele comer este tipo de salsas y lo hizo. Chilean Brunch es afín para mini clientes con sus sabores nacionales.
Ahora si de Huevos Revueltos se trata, ¡Uf! Estos estaban con la humedad, sal y suavidad correcta. Muy buenos. El secreto (ya no tan secreto) del chef es preparalos a la antigua: con un poco de mantequilla. Vienen con chicharrones encima. Rafaela que está un poco aburrida de comer huevos en casa, en buen chileno, “se hizo chupete la paila”, jajajá.
El Mote con Huesillo tenía el dulzor ideal y con un marcado sabor a especias. Ellos mismos trabajan los duraznos que sirven en el restaurante, así como también preparan los syrup de higo y maki para los postres.
Este enorme plato ($16.500) para compartir culmina con una Ensalada de Frutas de la estación: me tocó pera, arándanos, naranja y un kiwi madurito.
Definitivamente este es un lugar ideal para ir con amigos, familia y visitantes extranjeros, porque es una rica manera de mostrarles un mix de comida chilena.
“La mejor comida que probamos en Chile fue aquí en el Chilean Brunch”, dijo Thiago
BRUNCH KETO
Mi idea es siempre mostrarles extremos, así es que escogimos en Brunch Keto ($20.000) como segunda opción para este tasting. ¡Qué Arrollado de Huaso más bueno fue el que me comí! Sabor súper definido, blandito, bien aliñado, muy agradable al paladar. Dejé el cuero del cerdo por una cosa de costumbre, pero al cortarlo con cuchillo también es blando.
Claro que de este plato lo que me dejó en estado máximo de satisfacción fue el Huevo Pochado. Una cosa es una palta cremosa y suave, otra es un huevo con la cocción perfecta para reventar y untar ambas partes con un buen trozo de pan.
Pero si les digo que además todo esto viene sobre un timbal de salmón ahumado, rodeado con una lámina de beacon crocante y con un toque de merkén van a vivir una experiencia ma-ra-vi-llo-sa. Qué cosa más rica, qué disfrute más grande. Me faltan palabras para definir esta experiencia de sabores.
Toda esta batería de sabores fuertes y marcados, en Chilean Brunch la contrastaron con una fresca Ensalada de hojas verdes, moradas, chips de zanahoria que nunca había probado y son súper ricos, tomates Cherry y una salsa de pebre. Amo comer todo tipo de ensaladas esta equilibró muy bien el plato en su totalidad.
Un clásico chileno es la Pichanga. Me acuerdo de los viernes en casa de mis papás cuando era niña y, en vez de cenar, hacíamos un picoteo en donde este picadillo de los 80s era lo principal.
Este tenía coliflor y cebollitas perla encurtidas, pepinillo, aceituna y queso amarillo. No tengo problemas con comer cosas ácidas, así es que disfruté esta pichanga.
De este plato, probablemente lo menos atractivo fue el postre. Un Pudín de arándanos y chía con yogurt natural. Es rico, pero con sabores poco definidos, a pesar de que lleva una salsa de frambuesa dulce.
Raya para la suma, Chilean Brunch es un lugar rico para visitar: Hay amor en la cocina de Alejandro Calderón, se come muy bien y eso no se encuentra en todos lados.
¿Detalles? En las mesas hay mensajes escritos con chilenismos y su traducción al inglés para que los turistas nos entiendan al hablar. Los platos vienen con un pergamino en inglés para sepas qué estás comiendo.
Un lindo detalle fue encontrarme en medio de la alcuza con un emboque como símbolo de nuestros juegos típicos. Chilean Brunch es un lugar diferente que hay que conocer. Está ubicado en Ernesto Pinto Lagarrigue 191, pleno Barrio Bellavista. #SOYprueboytecuento
